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COMPORTAMIENTO FAMILIAR
El comportamiento de las personas, no solamente debe ser correcto en los actos sociales, sino también en el seno familiar. Los modales y buenas maneras, no deben descuidarse en ningún lugar y momento. Estas conductas, son las que dan la apariencia de una persona generosa y afectuosa. Las personas confiadas para esto son los padres, deben velar por las buenas costumbres, armonía y respeto en el hogar.
Es una desconsideración mantener a la familia en segundo plano, el deber de la cabeza de hogar es velar y cuidar por sus miembros. Es importante, mantener la unión de la familia, y para ello la puntualidad y la coincidencia, a la hora de las comidas para compartir y mantener los lazos afectivos. Nunca debe olvidarse la cortesía por favor, gracias entre los miembros de la familia. Reconocer los méritos de algún miembro de la familia, como la preparación de la comida por parte de su madre o esposa o alguna acción que complazca a otro miembro del núcleo.
El aseo antes de sentarse a la mesa, es un deber ineludible, es de mal gusto, si no se hace. Sentarse a la mesa sin camisa, descalza o desarreglada no está permitido por ser un acto de malos modales. Al mismo tiempo, no se debe fumar en la mesa porque molesta al resto de los miembros. Por otra parte, los animales no deben estar presentes en el comedor por la higiene del lugar y las molestias ocasionadas a los comensales.
En caso de poseer mascotas, y si estos causan daño a algún visitante, estos deben responder por los daños ocasionados.
El aseo de los baños debe ser constante, y si es utilizado hay que dejarlo pulcro y tal cual se encontró. Es de mal gusto utilizar las propiedades de otros miembros de la familia, sin su consentimiento, sobre todo si son objetos personales cepillos de dientes, ropa, instrumentos de aseo personal.
La privacidad es fundamental en el núcleo familiar, al momento de entrar al cuarto se debe tocar la puerta para no causar molestias y violar la intimidad. En el mismo orden de ideas, el respeto a la correspondencia privada entre los miembros familiares, debe ser una norma obligatoria de respeto y consideración.
Normas Familiares
1. Que nunca falte el afecto
Amar no es conceder todos los caprichos y comprar el cariño con regalos. Amar es abrazar, besar, respetar. Diferentes estudios demuestran que, durante los primeros años, el contacto físico es tan importante o más que la alimentación.
2. Compartir experiencia
Los momentos que pasamos en familia fortalecen los vínculos, mejoran la comunicación
y el conocimiento entre padres e hijos, aumentan la confianza, y dan la
oportunidad a los padres de redescubrir el mundo a través de los ojos de sus
hijos. Pero, más importante que la cantidad de tiempo compartido es la calidad
de tiempo.
Hay que diferenciar hablar a los hijos de hablar con los hijos. Tan importante es lo que se dice, como la forma en que se dice, prestar atención y escuchar con empatía, respetar la opinión de los demás y no interrumpir, evitar interrogatorios y mensajes contradictorios.
4. Se flexible
Los padres deben facilitar que sus hijos puedan conocerse a sí mismos. Por eso es preciso no etiquetar y no imponer las propias expectativas que pueden convertirse en profecías tóxicas que determinen y limiten a los hijos.
5. Tu eres el ejemplo
Las conductas y los padres influyen en lo que los hijos aprenden, y si muestran respeto, amabilidad, tolerancia, agradecimiento, generosidad... será más que probable que los hijos actúen de forma similar.
6. Pon normas y limites
Hay que ser justos pero firmes, estableciendo normas y límites coherentes con
la edad, las necesidades y los derechos del niño. Todos los niños las necesitan
porque proporcionan una estructura que les aporta seguridad, fomentan la
cooperación, y la madurez a largo plazo, así que no se ponen por capricho o
para demostrar quién es el jefe.
7. Educar las emociones
Los primeros maestros de emociones del niño son sus padres, aunque según el
profesor emérito de psicología John Gottman, autor del libro Criar a un niño
emocionalmente inteligente, los sentimientos que subyacen a una mala conducta
no siempre se tienen en cuenta.
8. Se claro y constante
El Colegio Real de Psiquiatras del Reino Unido, entre otros, aconseja ser coherentes
día tras día para no producir problemas de disciplina. Si las normas varían y
son impredecibles, o si se tienen en cuenta solo de forma intermitente, en
realidad, no hay normas.
9. Evitar la disciplina abusiva
El castigo físico es la peor forma de castigo porque crea más problemas de los
que resuelve. Se ha documentado en numerosos estudios que el principal efecto
secundario que produce es la agresividad.
10. El respeto, Imprescindible
Respetar a los hijos supone exigirles lo que son capaces de hacer, ni más ni
menos, para que desarrollen sus recursos y se sientan capaces de afrontar la
vida.
Comportamientos que dañan la familia
1. Falta de respeto
Este es uno de los problemas más comunes en la actualidad. El no respetarse entre sí acarrea muchas peleas y conflictos en las relaciones familiares y afecta también a personas cercanas al vínculo familiar.
Enséñales a tus hijos a respetar al prójimo desde la infancia. Es bueno que desde pequeños aprendan a respetar a las autoridades del hogar que somos nosotros, los padres. De la misma manera te tocará a ti respetar su privacidad. No los invadas tanto, respeta sus decisiones, aunque no estés de acuerdo con ellas. Esto formará mejor su autoestima e independencia.
2. Desconfianza
La falta de confianza provoca celos, rechazo y aislamiento entre otras cosas. Como padres debemos dar el ejemplo a nuestros niños mostrando confianza en la pareja, pues ellos serán influenciados directamente basados en el ejemplo que le proporcionamos.
Demuéstrales que cuentan contigo para lo que necesiten y que pueden confiar en ti sin importar el problema que tengan, de esta manera crecerá su confianza en sí mismos y evitarán personas que estén fuera del entorno familiar y que puedan llegar a manipular la situación que estén pasando.
3. Desmotivación
Este sentimiento se debe muchas veces a la falta de apoyo. El no alentarse entre sí desmotiva, por ejemplo, a la hora de tomar decisiones no esperes la perfección de parte de los demás, por lo contrario, motívalos a mejorar de la manera en que son y mejorando sus habilidades innatas.
Debemos aprender a apoyarnos entre todos como familia pues esto hará posible que el estado de ánimo familiar sea sano, estable y relajado.
4. Incomunicación
La escasa comunicación es la responsable de aquellas personas que tienen caracteres cerrados y difíciles de tratar. Como familia es importante la comunicación pues hará que seamos personas abiertas a cualquier tipo de charla, podrás expresar tus sentimientos y pensamientos individuales.
5. Falta de atención
La insuficiencia de atención afecta negativamente a las personas desde temprana edad e influye a los chicos a ser más rebeldes ya que esta también es una forma de maltrato.
Procura pasar más tiempo con tus hijos, juega con ellos y organiza almuerzos o cenas familiares. Si trabajas tiempo completo, pasa unos minutos con ellos antes que se duerman.